Desde niña fui lechera
muy feliz y muy dichosa,
nací entre dos montañas
cerca de Villaviciosa.
Por quererle tanto a un hombre
del mundo fui despreciada,
de esos amores malditos
que me hicieron desgraciada,
de esos amores malditos
sólo me quedó un consuelo,
un niño de lindos ojos,
como un angelín del cielo.
A noche cuando le acuesto
no duerme sin que le cante
las cancioones de aquel hombre,
que anda por el mundo delante.
No vuelvo más a la villa
ni paso la carretera
ni quiero que nadie sepa
EL CUENTO DE LA LECHERA.
Soñé que me casaría con el bien de mis amores
soñé que tenia vacas,
y un jardín lleno de flores.
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